Hola de nuevo. Continuamos con una serie de artículos en los que os queremos explicar los ingredientes de las pastas de Libertina. En una entrada anterior vimos su componente básico, el trigo, y en esta os vamos a hablar un poco de los alimentos que utilizamos provenientes de la huerta de Zaragoza.
Dos son los motivos principales que nos hacen centrarnos en estos productos zaragozanos: el primero, su cercanía a nuestra empresa, lo que nos permite apostar por un comercio de proximidad; y el segundo, un grupo de personas que están revitalizando esta huerta bajo unas premisas de calidad y responsabilidad social y ecológica.
Aunque los productos de la huerta de Zaragoza han sido el sustento básico desde la fundación de esta ciudad, en las últimas décadas se ha reducido drásticamente su consumo por los cambios que ha habido en la industrialización de la agricultura y la distribución de los alimentos.
Sin embargo, desde Libertina, apostamos por la calidad de estos productos y por la gente que está llevando a cabo un gran trabajo en recuperar nuestra huerta.
Por eso, uno de nuestros proveedores es Sabores próximos. Esta empresa nace en 2011, con un pequeño grupo de agricultores que se guían por tres principios: la venta directa, el uso de tecnologías sostenibles, y la recuperación de sabores y variedades que han estado presentes en la huerta zaragozana. Gracias a estos valores consiguen unos cultivos de gran calidad respetando nuestro entorno.
Sabores nos entregan, principalmente, remolacha, borraja, calabaza y cebollas que utilizamos, por ejemplo, en los raviolis de borraja rellenos de calabaza, y en los udones de borraja. Además, para que veáis el grado de proximidad que hay entre nuestros proyectos, desde los campos de Sabores hasta la sede de Libertina no hay ni siquiera cinco kilómetros de distancia, aportando un extra de frescura y sabor que difícilmente podríamos encontrar con otros ingredientes.
Lo dejo por hoy porque se me ha abierto el apetito, así que me voy a preparar un buen plato de pasta al que voy a añadir un poco (o un mucho) de queso, pero ¿qué queso utilizamos en Libertina? Ahá, ese misterio lo dejamos para el próximo capítulo.
¡A comer!