Baobab: Uno de los nuestros.
Hoy os vamos a hablar de la familia. Bueno, casi de la familia porque, para nosotros, el restaurante Baobab es como una segunda casa para Libertina. Seguro que ya lo conocéis, pero, si no, os hablamos un poco de este restaurante.
Como sucede en los proyectos que nacen del corazón, tuvo un inicio con mucha entrega y trabajo, añadiendo una forma propia de entender la gastronomía: Gracias a ingredientes ecológicos o del entorno, combinados con el saber hacer y cariño que siempre han mostrado estos cocineros, lograron un estilo de platos muy particular donde se mezclan los sabores de las cocinas de todo el mundo.
Poco a poco, fueron creciendo tanto en tamaño como en propuestas, llegando a ofrecer a día de hoy, además de las tradicionales comidas y cenas, desayunos saludables con bollería y dulces propios. El Baobab se ha convertido en un referente no sólo de la cocina vegetariana, sino también de la cocina con nombre propio en Zaragoza.
Desde el nacimiento de nuestro proyecto, siempre ha habido una relación muy estrecha con el Baobab y, en especial, con Manuel Rodrigo. Como ya os comentamos en otro artículo, Manuel estuvo con nosotros en la presentación en Koralium, y también en otros tantos momentos en los que Libertina y sus pastas intentaban encontrar su propio camino.
La sintonía ha sido plena, lo que nos ha permitido compartir ideas para elaborar platos sostenibles, nutritivos y, algo que no podemos olvidar en la cocina, que nos hagan chuparnos los dedos cuando creemos que nadie nos ve.
Una vez más, queremos dar las gracias a Manuel y a su equipo por el tiempo que hemos compartido y por el futuro que, seguro, tendremos en común.
Hasta la próxima, entidades libertinas.