Te escribiré cosas bonitas, pero no perfectas; cosas dulces, pero no endulzadas.
Te construiré con mis palabras un castillo, con sus murallas, con sus torres. Te construiré con ellas un castillo de mentira, y será de mazapán.
Te regalaré con ellas ramos de flores no comestibles, que serán de mentira, que serán dibujadas, aunque yo dibuje tan mal.
Te prometeré con ellas que no habrá problemas, que todo irá bien; y aunque será mentira, cuando cojas mi mano, creeremos que será verdad.
Te escribiré cosas bonitas, y sólo serán bonitas cuando las leas tú.