– Deja atrás tu soledad y no permitas que te alcance.
… porque sólo estás solo si piensas que estás solo. ¿Crees que estás solo? ¿De verdad? Pues puedes iniciarte en un trastorno de personalidad múltiple que te hace ver la vida con muchos más ojos.
– Pierde kilos sin esfuerzo y sin control.
… y ahí debes aceptar que quitarte unos kilos de grasa en muy complicado. Pero, ¿has pensado alguna vez en utilizar una motosierra? En unos poco minutos lograrás perder kilos sin esfuerzo y sin control.
– Disfruta de una vida carente de sentido.
… tienes los ojos fijos, tu maleta está en el andén de una estación que no dirige a ninguna parte. Felicidades, ya has llegado donde todos queremos llegar: a nuestro destino definitivo. Ahora necesitas aceptar que esa situación absurda es la más adecuada para ti.
– Limpia tu alma y el alma de tu casa.
¿Cuánto tiempo dedicas a limpiar tu casa? Por muy espeso que seas, reconoce que al menos vas quitando las cáscaras de plátano que se acumulan en tu suelo. Ahora bien, a limpiar tu alma le dedicas cero punto cero con dos; y ante la cuestión de limpiar el alma de tu casa, respondes con un sincero y rendido: “¿Mande?”
– Aprende a cocinar sin mutilarte.
Cuchillos, tijeras, navajas y tuneladoras. Cualquier cocinero que se precie te podrá decir que la mayoría de las herramientas que utilizan en su trabajo pueden causar graves daños a tu salud. El problema surge cuando quieres cocinar sin causarte lesiones irreversibles; eso ya es harina de otro costal.
– La pereza nos hará libres.
La pereza como control de natalidad de las ideas. Imagínate cómo sería el mundo si la pereza no fuese la reina de nuestras vidas: Todo el mundo iríamos puntualmente al gimnasio que pagamos; las listas de buenos propósitos para el año o la vida que viene estarían vacías; y yo habría escrito un montón de libros, de los que ninguno sería bueno. Un desastre. Así que la pereza es…