En un viaje a una parte, llevaré mi corazón hecho brújula para encontrar el destino de toda esta vida, para encontrarte a ti.
En las montañas intentaré escapar de los bardos que te embolican con canciones compuestas hoja por hoja, rama por rama, árbol por árbol, para explicarnos que la vida es vida y que somos como somos, aunque sea en los cuerpos de otras razas.
En las dificultades me agarraré a la luz que iluminará mi camino hacia ti, a la luz apagada por las tinieblas que nacerán de mí, al rayo de un sol cubierto por los falsos profetas y dioses voladores que nos prometen viajar al cielo gratis y en primera clase.
En una travesía de vuelta al hogar que siempre fue mi hogar, te recordaré en cada suspiro que me quede, atado a un mástil para no lanzarme contra las piedras preciosas, en este barco de Teseo que cambiará mis células, mis átomos y los átomos de mi alma cada siete años.
Llevaré mi corazón hecho brújula para encontrar el destino de toda esta vida, en un viaje de una parte para llegar a ser un todo.