Aprende a respetar lo respetable y aquello que no lo es tanto.
Hola, ¿qué tal? Bienvenidos a “Mi vida en un minuto”, una sección semiautónoma del proyecto ref5504.
Tienes que ser respetable.
Y respetuoso.
Y mostrar respeto por ti mismo, por los demás, y por el Universo.
Has llegado a este capítulo de “Mi vida en un minuto” porque tienes respeto al respeto.
Es más, tienes el mismo respeto al respeto que el respeto que le tendrías a un tío con una mirilla láser apuntándote a la cabeza.
¡Fíjate lo respetuoso que te has vuelto!
Pues eso está muy bien, amigui.
Porque lo primero de un robot que tiene bien puestas las tuercas es respetarse a sí mismo.
¿Que no te apetece trabajar un día, una semana, una vida?
¿Que te quedas mirando a la parienta y le sueltas “¡Quina mandra, chiqueta! ¡Quina mandra!”.
Pues ten un poco de respeto por ti mismo… y no trabajes.
Respeta tu vagancia, tus deseos vitales, tu hecho diferencial cultural laboral.
Pero no te quedes ahí y seas un egoísta de mierda; no te guardes todo ese respeto sólo para ti:
¡Es necesario que respetes a los demás!
¿Que un colega no te devuelve el dinero que le prestaste?
Tío, muestra respeto, igual está pasando una mala época geológica.
¿Que sí que tiene dinero para gastárselo en lo que le mola?
Eh, colega, respeta, respeta su alegría y no seas un resentido, que se te está olvidando cultivar eso tan cuqui que es el respeto.
No te olvides de respetar a la gente que no es tan muerma, seria, aburrida, y cutre como tú.
Cuando tengas todo ese respeto en tu corazón, cuando el respeto haya llenado el hueco de tu cerebro que dejaron las neuronas al irse a por tabaco, aprende a respetar al Universo.
¿Que te sale algo mal?
Está escrito en las estrellas.
O es que se te aplica el karma.
¿Cómo? ¿Que dices que el karma para mucha gente es como el primo de Zumosol, una forma de creer que el Universo es un macarra que tiene el mismo baremo moral que ellos?
Eh, no me vayas por ahí, que eso significaría que el pecado de esa gente es la soberbia y aquí el único pecado respetable es la envidia.
Por eso, desde ref5504, te proponemos que aprendas a respetar lo respetable y aquello que no lo es tanto.
O… no lo hagas.
Si llevas en el bolsillo de tu gabardina la oración de ref5504 “¡Qué tontos son los que quieren salvarme de sus propios pecados!”, conseguirás que la lluvia y sus monsergas te resbalen por igual.
¡Enhorabuena por llegar hasta aquí! Si te ha molado en plan chachi piruli este vídeo, puedes tomarte una ración de patatas bravas, un rollito de primavera, y un 84. Incluso si eres un robot robot, puedes visitar la página de este proyecto. Pero ¿qué página?
ref5504, gran empresa, mejores clientes.
Grrrrrrrr.