Te gustan las celebraciones. Sí, reconócelo.
Hola, ¿qué tal? Bienvenidos a “Mi vida en un minuto”, una sección semiautónoma del proyecto ref5504.
-¿Cómo? ¿Y el capítulo 99? Pones que éste es el capítulo 100 y tendría que ser el 99.
Tranquilidad, todo va a ir bien. Este viernes se publicará, espero, el capítulo 99, pero hoy toca el 100.
(-Se dice “centésimo”… arggggg)
¿Por qué hoy toca el 100? Porque esto es ref5504.
Volvamos al inicio:
¿Te gustan las felicitaciones?
Claro, ¿y a quién no?
Que vayas por la calle y te suelten:
-¡Felicidades por esas maneras de vivir!
¡Eh, mola!
O que estés en un restaurante chino-japonés y exclamen:
-¡Madre mía! ¡Madre mía! ¡Qué arte tienes no usando los palillos! ¡Felicidades!
Que te pase eso es, simplemente, ¡pura maravilla, pura golosina!
Así que desde ref5504, te queremos decir desde nuestro corazón robótico chiquitín:
-¡Felicidades!
Sí, felicidades. ¿Que es tu cumpleaños? ¡Felicidades! ¿Que no es tu cumpleaños? ¡Felicidades! ¿Que te vas a comprar un coche? ¡Felicidades! ¿Que crees que sobrevivirás a este vídeo de ref5504? ¡Felicidades!
Pero vamos un paso más allá (que no tenemos un precipicio delante):
Tú también te tienes que decir “felicidades”.
Porque, de verdad, aunque te parezca que no, te tienes que felicitar por un montón de cosas; quizá no te parezcan para tanto, pero sí lo son; quizá no sean las que te dijeron o te dijiste que tenías que alcanzar, pero son las tuyas, las que has logrado tú.
Por eso:
-Felicidades.
Y felicidades también porque hemos llegado al capítulo 100 de “Mi vida en un minuto” (que sí, tranquilidad, que el vienes sale el nonagésimo noveno). Ufff, ufff. ¡Cien capítulos! ¡Madre mía!
ref5504, gran empresa, mejores clientes.
Grrrrrrrr.