Si te lo propones, tú también puedes ser feliz
La felicidad, esa sensación que nos embriaga, que nos inunda en una corriente de hormonas saltimbanquis; la felicidad de amar y ser amado, de conseguir lo que siempre hemos merecido; la felicidad de cerrar los ojos y afirmar sin duda “soy feliz”. ¿La deseas? Pues atrévete a conseguirla.
La felicidad hay que buscarla, buscarla y continuar buscándola hasta que la hallas. Porque, si no eres feliz en este momento, se debe únicamente a que no has puesto toda la verdura en el asador. La felicidad surge de esforzarse en ser feliz y no dejarse caer en la indolencia, en la vagancia, en el aceptar la vida como es. No, si miras bien a las personas que están a tu lado, esas personas son felices y la hierba crece más verde en sus plantaciones. ¿Por qué son más felices? ¿Quizá porque su hierba es más verde? Son felices porque lo han buscado activamente durante mucho tiempo mientras que tú holgazaneabas en tus miserias. Acéptalo y ponle remedio.
Querido humano lector, en este capítulo no vamos a descubrir que cualquier escrito, obra, suceso, partícula no sirve para nada si no nos aporta felicidad o, al menos, nos reconforta; no, en este capítulo te voy a enseñar las tres técnicas más poderosas que se han logrado crear para ser feliz sin escape posible a ello, sin que puedas sabotearte a ti mismo.
La primera opción para ser feliz es Viajar al pasado. Por la razón mágica que sea, la inmensa mayoría de las personas fueron felices en su infancia. O eso creemos. Cuando tengas un problema en tu vida, piensa en esos días en los que todo estaba bien, olvídate de todo lo malo que pasó, y recuerda sólo los momentos buenos y bonitos. Si quieres ser feliz, debes volver a ser el niño que fuiste y que, siendo sincero con tu corazón, sigues siendo.
Quizá a alguna persona le resulte muy complicado verte afrontar los problemas de un adulto comportándote como un crío, pero es algo que a ti te debe dar igual. Responde con rabietas ante cualquier contratiempo, no hagas autocrítica porque la autocrítica la carga el diablo, échale la culpa al mundo de todo lo malo que sucede. Para defender tus ideas, utiliza argumentos fabricados por el mismísimo camello de los Reyes Magos, e impide que la racionalidad haga mella en lo más querido por ti: tus sentimientos. Recuerda que en tu niñez el Ratoncito Pérez y el Hada Madrina te permitían ser mucho más feliz que ahora que los cenizos intentan someterte con la Razón y la Coherencia.
Pasamos a la segunda técnica que vamos a trabajar: Las tiras risueñas. Si quieres ser feliz, sé feliz, olvida tus miedos y pon una sonrisa en tu cara ante el mayor fracaso de tu vida. Desde los antiguos griegos, sabemos que la felicidad llama a la felicidad por lo que, si sonríes, podrás ser feliz.
Como sonreír a veces es un poco forzado y puede conllevar el trastorno de Sonrisas Falsas y Puñales en la Espalda, tienes que tener cuidado con no dañar tus músculos faciales. Por eso, para no fingir tu sonrisa debes utilizar las tiras risueñas. ¿Qué son? Si has seguido las noticias más novedosas de los últimos tiempos, ya lo sabes. Si no te esfuerzas en mantenerte al día, te lo explico en un momento. Según un estudio del Instituto Psicopedagógico-festivo Tiempos Felices como-Perdices (IPfTFcP), las personas más alegres del mundo duermen con unas pequeñas tiras de esparadrapo que les forman una sonrisa en su cara. Ya sabemos que la ciencia es un camelo, pero en esto tiene razón.
Con esta técnica milagrosa, aprovecharás las horas que pierdes dormido en tus sueños y conseguirás ser la carta más feliz de la baraja. Garantizado al treinta por ciento.
El último recurso que te voy a enseñar es El Dinero da la felicidad. Como descubrieron el grupo de anacoretas místicos Siniestro Atonal, las personas felices cobran mucho más dinero.
Aunque te sorprenda, las personas felices, gracias a su magnetismo, consiguen atraer más dinero que los demás. Esto será una ventaja cuando lleguemos a ser felices, pero no nos sirve de mucho en este momento. ¿O sí? Si la felicidad da el dinero, ¿podremos lograr con el dinero la felicidad? La respuesta larga conllevaría un colección no finita de libros de n-cientos de páginas. La respuesta corta es que sí. Ya sé que te resultará aún más sorprendente que lo anterior; sin embargo, tienes que confiar.
Con esta técnica deberás ganar todo el dinero que puedas, de una manera o de otra, hasta que consigas ser feliz. Si has sido diligente con las enseñanzas de este coleccionable, esto no tendría que suponer el más mínimo problema.
Enhorabuena, querido humano lector. Con este capítulo has conseguido hacer que la felicidad sea parte de ti, que la sonrisa adorne tu cara, tu espíritu y tu cartera por los todos los tiempos jamás.
Bip, bip.